El trabajo actual en la piedra se centra en el conocimiento completo de las inscripciones y su contexto mediante la comparación de cada una de las tres versiones entre ellas. En 1824 el erudito clasicista Antoine-Jean Letronne se comprometió a realizar una nueva traducción literal del texto griego para el uso de Champollion, y este a cambio prometió un análisis de todos los puntos en que parecían diferir las tres versiones. Tras la muerte repentina de Champollion en 1832 no se pudo encontrar su proyecto de análisis, y el trabajo de Letronne se estancó. A la muerte en 1838 de François Salvolini, antiguo alumno y asistente de Champollion, este y otros proyectos perdidos se encontraron entre sus papeles, demostrando además que la publicación de Salvolini sobre la piedra en 1837 era plagio. Letronne fue capaz al fin de completar su comentario sobre el texto griego y su nueva traducción al francés, que apareció en 1841. Durante la década de 1850 dos egiptólogos alemanes, Heinrich Karl Brugsch y Max Uhlemann, realizaron traducciones latinas revisadas basadas en los textos demótico y jeroglífico.

 

La cuestión sobre cuál es el texto original del que los otros dos son traducciones sigue siendo controvertida. En 1841 Letronne intentó demostrar que la original era la versión griega, el idioma del gobierno egipcio bajo la dominación ptolemaica. Entre los autores recientes, John Ray ha afirmado que «los jeroglíficos eran las inscripciones más importantes sobre piedra: estaban ahí para que los leyeran los dioses y el más erudito de sus sacerdotes».2 Philippe Derchain y Heinz Josef Thissen han argumentado que las tres versiones fueron creadas simultáneamente, mientras que Stephen Quirke ve en el decreto «una intrincada fusión de tres tradiciones textuales vitales». Richard Parkinson señala que la versión jeroglífica, alejada del formalismo arcaico, cae de vez en cuando en un lenguaje cercano al registro demótico que los sacerdotes usaban más a menudo en la vida diaria. El hecho de que las tres versiones no puedan ser comparadas palabra por palabra ayuda a entender por qué su desciframiento ha sido más difícil de lo inicialmente esperado, especialmente para aquellos estudiosos que estaban esperando una clave bilingüe exacta para los jeroglíficos egipcios.

 

PIEDRA DE ROSETTA

RECONSTRUCCIÓN